lunes, 28 de junio de 2010

Entregamos las primeras 16.435 firmas en contra del teleférico

La foto, tomada en las puertas de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, muestra a algunos de los miembros de la Plataforma portando las tres cajas que contenían las más de 16.400 firmas que recopilamos en unas pocas semanas en contra del proyecto de instalación de un teleférico entre el pueblo de Tejeda y el Monumento Natural del Roque Nublo.

3 comentarios:

  1. Juan Carlos, eres un artista poniéndo herramientas en las manos de otros.
    Cuando sea grande, me gustaría ser como tu.
    Un abrazo

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  2. Opiniones habrá y la mía es una más, que por supuesto es contraria a la instalación del un “cacharro teleférico” en la Cumbre, que ahorcaría un paisaje tan singular como es el perfil de ese puntón extraordinario que es “nuestro” Roque Nublo… Nuestro, de todos los grancanarios… de todos los canarios… y no solo de los tejedenses. Opinión que baso en el amor que siento por esta tierra, que la respeto y la cuido.

    Éstos –los tejedenses- tienen el deber de cuidar este tesoro que nos legaron “los antiguos” para nuestro disfrute y el de nuestros descendientes.

    De embellecerlo más si cabe, sí, pero no de afearlo con torres, cables y cangilones, para que solo “algunos” atesoren unos reales más, -que no muchos más.

    Ya no sería lo mismo ver ese “Altar de mi tierra amada” … desde el Pico de las Nieves, el Campanario, la Almagría, desde “las gollás” de la Goleta, de la Cumbre, de Becerra, de Constantino, de las Palomas, desde la Fogalera, Timagada, Andén del Toro, La Culata, Cuevas Caídas… no sería lo mismo.

    Viene al caso lo que hace ya casi un siglo dijo, Félix Delgado, poeta grancanario, no sé si presagiando el futuro, o augurando nubarrones de tormenta para su límpida silueta. Versó la figura del Nublo como “mástil donde sólo se han prendido gonfalones de niebla”, sin más colgaduras ni aditamentos, dijo…

    La Isla , en lo alto, es agudo perfil roquero.

    Por andenes inverosímiles,
    se llega arriba a los revueltos cerros,
    a las crestas en cadenas almenadas,
    hasta enfilar derrumbaderos sin fondo.

    La Isla vive bajo el signo milenario del Nublo,
    mástil donde sólo se han prendido gonfalones de niebla.

    Sigamos viviendo bajo el símbolo protector del Roque Nublo y haciendo del último verso una “máxima” en presente y no en pasado, permitiendo que sólo se prendan “gonfalones de niebla” y no ningún “cacharro” en tan mítico roque.

    El futuro de Tejeda debe pasar por la belleza de sus casas abalconadas, miradores, su hermosísimo paseo, sus recoletos barrios, la calidad de sus productos y la amabilidad de sus gentes, y el cuido de sus paisajes sin cables ni cangilones.

    (A propósito, nunca habría permitido, yo, humilde admirador de sus paisajes, que afearan sus barrios y pagos con esos “hilos negros trenzados” que dan luz y energía a sus hogares y calles. Hay otros sistemas que no afean tanto el paisaje urbano)

    El turista de a pié, el caminante, el senderista, el comprometido con la naturaleza es reacio a este tipo de instalaciones, es muy sensible al paisaje y éste del Roque Nublo es lo mejor (y poco) que nos queda virgen y natural en esta Isla, Isla de los Contrastes, Isla de los Mil Senderos, Continente en Miniatura.

    Quiero un Roque Nublo sin cables.

    Caminante-SPG

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